HOY, III DOMINGO DE ADVIENTO, CELEBRAMOS LA EUCARISTÍA DE LA CEP


Hoy día 13, III Domingo de Adviento, la Hermandad anima la Eucaristía de la Comunidad Educativo-Pastoral Salesiana de Alcalá. Las lecturas de la Palabra de Dios que corresponden a esta Eucaristía son las siguientes:

Lectura de la Profecía de Sofonías 3, 14 – 18
¡Lanza gritos de gozo, hija de Sión, lanza clamores, Israel, alégrate y exulta de todo corazón, hija de Jerusalén! Ha retirado Yahvé las sentencias contra ti, ha alejado a tu enemigo. ¡Yahveh, Rey de Israel, está en medio de ti, no temerás ya ningún mal! Aquel día se dirá a Jerusalén: ¡No tengas miedo, Sión, no desmayen tus manos! Yahvé tu Dios está en medio de ti, ¡un poderoso salvador! El exulta de gozo por ti, te renueva por su amor; danza por ti con gritos de júbilo, como en los días de fiesta. Yo quitaré de tu lado la desgracia, el oprobio que pesa sobre ti.

SALMO RESPONSORIAL Isaías 12: 2 - 6
He aquí a Dios mi Salvador: estoy seguro y sin miedo, pues Yahvé es mi fuerza y mi canción, él es mi salvación,» Sacaréis agua con gozo de los hontanares de salvación.» y diréis aquel día: «Dad gracias a Yahvé, aclamad su nombre, divulgad entre los pueblos sus hazañas, pregonad que es sublime su nombre. Cantad a Yahvé, porque ha hecho algo sublime, que es digno de saberse en toda la tierra. Dad gritos de gozo y de júbilo, moradores de Sión, que grande es en medio de ti el Santo de Israel.»

Lectura de la Carta de San Pablo a los Filipenses 4, 4 – 7
Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. Que vuestra mesura sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. No os inquietéis por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión, presentad a Dios vuestras peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias. Y la paz de Dios, que supera todo conocimiento, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.


Lectura del Evangelio según San Lucas 3, 10 – 18
La gente le preguntaba: «Pues ¿qué debemos hacer?» Y él les respondía: «El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer, que haga lo mismo.» Vinieron también publicanos a bautizarse, y le dijeron: «Maestro, ¿qué debemos hacer?» El les dijo: «No exijáis más de lo que os está fijado.» Preguntáron también unos soldados: «Y nosotros ¿qué debemos hacer?» El les dijo: «No hagáis extorsión a nadie, no hagáis denuncias falsas, y contentaos con vuestra soldada.» Como el pueblo estaba a la espera, andaban todos pensando en sus corazones acerca de Juan, si no sería él el Cristo; respondió Juan a todos, diciendo: «Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, y no soy digno de desatarle la correa de sus sandalias. El os bautizará en Espíritu Santo y fuego. En su mano tiene el bieldo para limpiar su era y recoger el trigo en su granero; pero la paja la quemará con fuego que no se apaga.» Y, con otras muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo la Buena Nueva.
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Este III Domingo de Adviento, también se le conoce como DOMINICA GAUDETE. Los rigores de la penitencia en los tiempos litúrgicos que la Iglesia celebra en el año -Adviento y Cuaresma-, quedan suavizados en dos domingos del año muy particulares. Son exactamente el III Domingo de Adviento, llamado Domingo Gaudete, y el IV Domingo de Cuaresma llamado Domingo Laetare. Gaudete es el imperativo del verbo latino “gaudeo” que significa gozar íntimamente, complacerse en algo. Por tanto “gaudete” significa regocijaos. Regocijo en Adviento porque pronto nacerá el Salvador.
El color litúrgico para estos domingos es el rosa, que es un morado claro, el color del Adviento y la Cuaresma. Es decir, un domingo para la penitencia, pero atenuada, en referencia a ese regocijo que preside la liturgia de hoy. Sólo se usa este color estos dos domingos del año.