VIVENCIAS. El Señor de la Oración, en el Pregón de El Prat de Llobregat


El pasado 18 de marzo fue pronunciado el Pregón de Semana Santa de El Prat de Llobregat (Barcelona) por la joven  Elisabeth Mendoza López, presidenta de Juventud del Consejo General de Hermandades y Cofradías de la Archidiócesis de Barcelona. El acto fue organizado por la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Crucificado y Nuestra Señora de los Dolores en la Parroquia de Sant Cosme i Sant Damià. En un momento del pregón tuvo un recuerdo emocionado hacia el Señor de la Oración en el Huerto...


"Todos o la mayoría de vosotros nacisteis con un capirote, una faja o una túnica bajo el brazo. Importante la tradición familiar para la transmisión de este legado, de esta forma de vida. Pero no siempre ocurre así, y muchos descubrimos este mundo años más tarde; normalmente, de una manera involuntaria. (...)



Con apenas cuatro años presencié mi primera Semana Santa, de la que me quedan muy pocos recuerdos. Entre ellos destacan la imagen de Jesús Nazareno, el Santo Entierro de Cristo, el rostro pálido de una Madre, el inconfundible redoblar de tambores y aquellos nazarenos con sus capirotes puntiagudos que no me dejaron dormir durante muchas noches. Por aquel entonces no entendía nada de lo que pasaba, todo era ajeno a mí, como si la cosa no fuera conmigo. 

Pero diez años después, todo cambió. Por problemas familiares y personales decidí bajar al pueblo, a Alcalá de Guadaíra (Sevilla) para las vacaciones de Semana Santa, para cambiar de aires y desconectar de todo aquello que me agobiaba en esos momentos. No tenía intención alguna de ver cofradías en la calle, ese no era mi objetivo; pero creo que no escogí el lugar apropiado para evitar esa situación. Pero por insistencia de mi primo, cofrade jartible donde los haya, no me quedó más remedio que acompañarle a ver la primera hermandad que ponía su cruz de guía en las calles de Alcalá. 

Desde que salimos de casa de mi tía, algo volvía a fluir dentro de mí; no sabía lo que era, pero tampoco me preocupaba por ello. Y allí estábamos, frente ala Capilla del Colegio Salesiano esperando a que se abrieran las puertas del templo. Y llegó la hora, las cinco en punto de la tarde, y la Cruz de Guía dela Hermandad del Rosario se asomaba a la calle; y tras ella cientos de nazarenos. Aquel sentimiento que no sabía distinguir, empezaba a coger forma. 

Cuatro ciriales anunciaban la llegada del paso del Señor, los nervios aumentaban y la impaciencia por ver lo que iba a acontecer momentos después impregnaba aquel instante de desesperación. Y al estar frente a Él, orando en el Monte de los Olivos, el corazón se me encogió, no respiraba y volví a encontrar su rostro y su mirada penetrante al Cielo. Por fin descubrí que aquel sentimiento que no podía distinguir era mi FE, aquella fe que había perdido años atrás. A partir de ese instante supe que tenía que hacer vida de Hermandad; y aquí estoy, ante vosotros, pregonando vuestra Semana Santa. 

Aquel Domingo de Ramos del año 2004 fue el día que cambió mi vida, el día en el que me encontré cara a cara con Jesús, y el día que comprendí que Dios quiso ponerme de nuevo en su camino."