AGRADECIMIENTO DEL SR. DIRECTOR POR LA VISITA DE DON BOSCO

Con motivo de la reciente visita de la reliquia de nuestro Titular San Juan Bosco, D. Enrique Vargas Márquez, Director de la Casa Salesiana de Alcalá, ha escrito esta hermosa carta como agradecimiento:

Estimados amigos:

En primer lugar, deseo saludar a todos y expresar mi agradecimiento y felicitación por el acontecimiento que hemos vivido en Alcalá y, de manera especial, en nuestra Casa Salesiana. Hemos podido disfrutar de la presencia de Don Bosco entre nosotros. Más que un acontecimiento histórico ha sido un momento único, lleno de gracia y de felicidad. Él ha querido estar entre nosotros, disfrutando y bendiciendo a cada uno, a nuestras familias y a las personas más necesitadas.

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Tenemos la firme convicción de que ha dejado una profunda huella en el corazón de todos. Fue una intensa espera y unos momentos vividos con fe y verdadera alegría. Era emocionante ver a los niños, a los jóvenes y adultos junto a Don Bosco, llenos de felicidad por la presencia de un Padre y de un Amigo que les quiere y les bendice. El sueño se hizo realidad y las expectativas se cumplieron al máximo.

Nuestras calles y plazas se llenaron de fiesta y de vida; nuestra Vigilia de Oración fue un momento de Tabor y nuestras Eucaristía… como las Bodas de Caná. Don Bosco se sintió feliz en medio de sus muchachos y de los adultos que intentamos acompañarlos con generosidad y ojos de benevolencia. Ojalá nos haya regalado un corazón grande para amar y la capacidad de una mirada profunda para saber interpretar los signos de los tiempos y hacer el camino de las “Bienaventuranzas” con los jóvenes.

Don Bosco sigue vivo entre nosotros…, y mientras haya jóvenes en nuestro entorno, el mundo tendrá futuro. Pidamos a Don Bosco que nos haga soñar y vivir los proyectos de Dios, dándonos sabiduría evangélica a fin de encauzar a los jóvenes al encuentro con la persona de Jesucristo. El Santo de los muchachos se supo rodear de jóvenes generosos que se convirtieron en evangelizadores de sus mismos compañeros. Nos queda una profunda preocupación: que pidamos al Padre la capacidad de alentar a los chicos y chicas a entregar sus vidas en la vocación sacerdotal y religiosa salesiana. Nuestro mundo necesita jóvenes que sean testigos y portadores del Amor de Dios a los mismos jóvenes.

Finalmente, quiero dar las gracias y felicitar a todos, sin olvidar a nadie, por la entrega y el trabajo generoso de haber hecho realidad la presencia de Don Bosco entre nosotros. Muchas gracias a todos y que esto sea el comienzo de una etapa nueva con gérmenes de “sueño y realidad”. Atentamente,



Enrique Vargas Márquez, Director