TRIDUO A LA VIRGEN DEL ROSARIO - DÍA I

“Santa María, Madre de Dios”
REZO DEL SANTO ROSARIO:  Misterios Luminosos

INVOCACIÓN: Oh Virgen Santísima del Rosario: Hoy los hermanos de Nuestra Hermandad venimos hasta ti porque queremos amarte y sentirte como Madre de verdad. Siendo verdadera madre de Jesús, lo eres, también, de nosotros.El te entregó desde la cruz para ser madre de todos. Con el Rosario intentamos ofrecerte nuestro mejor homenaje. Haznos descubrir en este triduo que el rosario es la oración del Evangelio. Y que tu amor de madre se deje sentir sobre todo el mundo y nosotros, que te rezamos y acudimos a ti. Tú, la obra maestra de la redención.Tu, la alegre esclava del Señor.Tu, nuestra verdadera Madre.Tu, la madre de Dios.
T/ AMEN

DIA I
EL ROSARIO, LA ORACIÓN DEL EVANGELIO
El Rosario es una oración evangélica porque recorre los momentos principales de la Vida de Cristo y su Madre. Los misterios de Gozo, Dolor, Luz y Gloria, el Padrenuestro, el Ave María nos hacen caminar en el Evangelio. Rezar el Rosario es asistir a la escuela del evangelio.

PETICIONES
D/ Tú que como Madre del Buen Consejo supiste escuchar al Señor a través de la Biblia haz que podamos descubrir lo que Dios quiere de cada uno de nosotros, a través del Evangelio.
T/: Virgen del Rosario, ruega por nosotros.
D/ Tú que como Madre admirable dejaste al Señor hacer cosas grandes en Ti, haz que dejemos a Dios realizar su plan amoroso sobre cada uno de nosotros.
T/ Virgen del Rosario, ruega por nosotros.
D/ Tú que como Virgen Fiel dijiste “sí” a Dios y confiaste ciegamente en Él, enséñanos a decir si y haznos disponibles a los demás.
T/ Virgen del Rosario, ruega por nosotros.

EVANGELIO. Lc 2, 15b-19

+ Lectura del santo evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, los pastores se decían unos a otros:
—«Vamos derechos a Belén, a ver eso que ha pasado y que nos ha comunicado el Señor.»
Fueron corriendo y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que les habían dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que les decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Palabra del Señor.