
Estado anterior de conservación
La imagen fue examinada el 12 de julio de 2013, realizándose
pruebas radiográficas el 6 de agosto, que permitieron conocer como estaba
realizada la talla y su estado. El restaurador presentó a la Hermandad el informe
diagnóstico del estado de conservación y la propuesta de tratamiento el 30 de
diciembre de 2013. El Cabildo General de Hermanos aprobó el proceso de
restauración el 9 de marzo de 2014, por lo que la imagen fue trasladada al
taller del restaurador el 29 de junio de este mismo año. El proceso de
restauración finalizó el 26 de septiembre de 2014, reponiéndose al culto
el día 28 de septiembre.
En sus 49 años de existencia la imagen no había tenido
anteriormente ninguna restauración, pero hacia 1984 un pintor ajeno al
imaginero José Paz Vélez, autor de la obra, realizó un repinte en el entorno de
los ojos y la nariz, con objeto de oscurecer la mitad superior del rostro y
pintó los párpados en tonos morados para resaltar los ojos. De esta forma
alteró la obra original realizada por Paz Vélez. En 1990, el autor de la
imagen, Paz Vélez, limpia superficialmente las manos por presentar una
importante oscuridad. Hacia 1997 el escultor D. Augusto Morilla Delgado revisa
la obra, reparando problemas en los brazos y articulaciones, y colocando aldabillas
en los hombros y tornillos prisioneros en las muñecas. Estos brazos cuyo
deterioro había aumentado son sustituidos en agosto de 2007 por nuevos brazos
con el sistema de “bola”, mucho más moderno y seguro, por D. Manuel López Duarte.
El estado de conservación general de la madera tallada
no era alarmante, pero sí se habían detectado algunas alteraciones, como una
grieta en el hombro derecho, orificios inadecuados en la espalda para sostener
la aureola, otros orificios en los hombros para las aldabillas de sujeción de
los brazos, un anticuado sistema para sostener la corona que estaba dañando la
cabeza, puntillas que ya no cumplían función alguna, varios clavos oxidados en
las caderas para sujetar el tapizado del candelero, y el daño producido por los
alfileres al ser vestida, que alcanzaba la madera en el pelo, las sienes y los
hombros. Afortunadamente la imagen no tenía ningún tipo de ataque por microorganismos
o insectos xilófagos, aunque el antiguo candelero tapizado podía acumular
suciedades que podían favorecer la aparición de estos organismos.
El estado de la policromía era inadecuado y preocupante,
tanto por las pérdidas como por la suciedad. Las mayores pérdidas
de policromía se habían producido por los alfileres usados para vestir la
imagen y alcanzaban toda la talla. Las partes visibles presentaban mucha
suciedad superficial y materiales deteriorados aplicados sobre la policromía,
lo que le había dado a estas zonas una coloración errónea que ocultabalas
tonalidades utilizadas por Paz Vélez para reflejar el dolor de la Virgen.El
estudio con luz ultravioleta mostró repintes, pátina y suciedad mal repartida,
sobre todo en la mejilla derecha y los ojos.Las manos presentaban pérdidas de
policromía, desgastes en la capa de color hasta alcanzar la madera, daño de
alfileres en las muñecas, y laacumulación de suciedad produciendo manchas
irregulares por el polvo y humos, principalmente.El pelo de las pestañas se
encontraba tan deteriorado que prácticamente había desaparecido y los restos
conservados estaban muy arrugados.
Proceso de restauración
Este proceso ha estado marcado por el máximo respeto a la
obra original, recuperando la imagen primitiva, y eliminando todo lo que no
fuera obra de Paz Vélez, sin modificar ninguna parte de su modelado ni aplicar
nuevas policromías.
Se ha reparado el deterioro del soporte (madera) detectado
en el estudio mediante imágenes médicas (radiografías y
T.A.C.), especialmente el sellado de una grieta en el hombro y la retirada
de puntillas y clavos que ya no servían para nada y que podían estropear la madera
al oxidarse. Han sido sustituidos el sistema de sujeción de la corona, el candelero,
los brazos articulados y el sistema de sujeción de las manos a los antebrazos.
Estos elementos, que carecen de valor artístico, son sustituidos por otros de
mayor calidad, con las mejoras e innovaciones alcanzadas en este último medio
siglo en la imaginería y la restauración, dándole a la imagen mayor seguridad
en estas piezas. Como ejemplo, citaremos el candelero, íntegramente realizado
en madera de cedro, totalmente ensamblado, sin ningún tornillo o clavos
metálicos.
La policromía original fue fijada al soporte para evitar
desprendimientos o pérdidas durante el proceso, llevándose a cabo su limpieza y
la eliminación de los repintes oscuros, especialmente alrededor de los ojos y
en los párpados. La limpieza de zonas como las mejillas sonrosadas o los labios
han permitido conocer el color original que le aplicó Paz Vélez, que le otorgó
a la imagen un rostro claro y luminoso, inspirado en las creaciones de Juan de
Astorga, lejos de carnaciones morenas y oscuras. De este modo, no se le ha dado
nueva policromía a ninguna parte de la obra. Aquellos lugares donde se había
perdido la policromía por la acción de los alfileresfueron estucados y
policromados, para ofrecer el aspecto original, aunque con materiales
reversibles que no dañan la policromía primitiva. Fue limpiado el vidrio de los
ojos de cristaly de las lágrimas, eliminando restos de pegamentos, tras lo cual
se colocaron de nuevo las mismas lágrimas y unas nuevas pestañas, siguiendo el
modelo original a partir de las fotografías realizadas a la Imagen en 1965 por
el conocido fotógrafo sevillano D. Antonio Fernández “Fernand”. Como protección
de la policromía y del conjunto de la obra, D. Antonio J. del Castillo ha
realizado un corpiño, gorro y muñequeras de cuero que protegerá la talla del
daño de los alfileres al ser vestida. Todo el proceso ha sido documentado con fotografías desde el
inicio hasta la conclusión.
La Hermandad quiere agradecer a D. Pedro E. Manzano la
dedicación y el esfuerzo realizado sobre la Imagen de Nuestra Titular,
reconociendo su gran profesionalidad a la hora de acometer este proceso que ha
supuesto la conservación de la Imagen en un estado óptimo para el futuro, con
la total satisfacción de los hermanos de esta Hermandad.