ANTOLOGÍA POÉTICA: Enrique Ortiz en el Pregón de 2011

El cofrade alcalareño Enrique Ortiz Montero, cofrade de la Hermandades de la Amargura y del Rocío, pronunció el Pregón de la Semana Santa Alcalareña el Domingo 10 de abril de 2011, que por primerva vez se celebrarana en el Teatro Auditorio "Riberas del Guadaíra" de nuestra ciudad.

Éstas fueron sus palabras dedicadas a nuestra Hermandad.

ESCUELA DE ORACIÓN

Domingo de Ramos. De alegrías y de recuerdos, de colores intensos. Que huelen a carreras por el patio, a travesuras de colegio. Momentos de crecer y de aprender. Recuerdos de profesores, de vocación sentida por enseñar a caminar en la vida. La magia de aprender jugando, de copiar mil veces, mil, la palabra respeto, hasta aprenderla y llevarla a cabo.
Domingo de Ramos. De recuerdos de compañeros de escuela, que también lo fueron en la adolescencia, en el trabajo y en la trabajadera, en la dulcísima cabalgata de Reyes Magos, siempre unida al colegio. Compañeros de momentos buenos y de no tan buenos, pero siempre ahí, toda una
vida juntos. En definitiva, el colegio te entrega amigos que son tesoros.
Domingo de Ramos. De recuerdos de sacerdotes, moldeadores de almas y de espíritus, que tuvieron la gran suerte de que Dios los escogiera para realizar esta misión. Cuantos cantos y rezos, Avemarías y Padrenuestros, bajo la atenta mirada del Señor de la Oración y de María Santísima del Rosario. Fusión perfecta entre Colegio y Hermandad.

En mi pueblo de Alcalá,
en la Callejuela del Carmen,
hay un lugar especial.
De Salesianos su Orden,
bandera de espiritualidad,
donde se comparte día a día
la alegría y la amistad.
Compromiso educativo
.que también es pastoral.
Allí cuando pequeñito
aprendí a hablar con Dios,
me enseñaron a rezar,
San Juan Bosco es el modelo,
espejo donde mirar.
Los niños de este colegio
que se hacen hermandad,
cada Domingo de Ramos
se ponen el antifaz.
Negro terciopelo negro
y blancas capas de paz,
nazarenos con rosarios
que saben cómo rezar,
cada Domingo de Ramos
por las calles de Alcalá.

"Aleja de mí esta copa de amargura, mas no se haga mi voluntad sino la tuya" (Mc. 14, 32. 35-36)
Y el llamador suena. Que lo sientes en lo más profundo de ti. ¡A esta es! Y los cuatro zancos se alzan vigorosos al cielo. Dentro de la capilla salesiana, el Señor de la Oración, en su paso de caoba, busca la estrecha puerta. El bullicio se hace silencio y Alcalá se hace oración.

La llamada es un misterio,
plegarias son levantás,
cada zancada, una súplica,
los ruegos son chicotás.
Sobre los pies, padrenuestros,
las preces son revirás,
y de costero a costero,
me tengo que arrodillar.
Petición son los relevos,
la gloria, las arriás,
cuadrilla que reza y ora
y que anda pa'rabiar.
Buscando a los niños grandes,
esos de mayor edad,
esos de cabellos blancos,
de pureza natural,
que cada Domingo de Ramos
impacientes esperarán
al Señor de la Oración
que nunca les fallará.
Padre mío de la Oración:
alimenta nuestras necesidades,
alivia nuestro dolor,
que en la Alcalá panadera
no falte nunca tu amor.
Los que un día se marcharon
porque así lo quiso Dios,
todos los domingos de ramos
que tengan su procesión,
y que no perdamos la fe
en que el mundo sea mejor.
¡Venga, to'el mundo dispuesto,
que el martillo ya sonó
los cuatro zancos al cielo,
con Jesús de la Oración!

y la tarde del domingo que de tí se ha enamorado. Rosa que posa un instante en el corazón cofrade de la Callejuela del Carmen.

Dejad me estar a su lado,
que pueda sentir el aire
que producen los rosarios
cuando tocan sus varales.
Quiero ser rayo de luz
que atravesó con destreza
el palio que se movía
a los sones de trompetas.
Queriendo iluminar tu cara,
belleza de las bellezas,
Salesiana de Alcalá,
rosa blanca de pureza.
Esperando está Alcalá,
para ver cómo paseas,
cómo te llevan tus hijos,
esos de trabajaderas.
Lección de amor bajo palio,
cuando llevan a su reina,
aparece en La Plazuela,
Reina de los Salesianos.
Viene tan poquito a poco
que no se mueve su paso.
¿Serán ángeles del cielo
los que están bajo tu manto?

Todo se hace misterio,
al verte bajo tu palio,
de azucena es el olor que
en La Plazuela está entrando.
Un rosario de oraciones
nos colocas en las manos.
Por la señal de la cruz,
y empezamos a rezarlo.
Por todas las hermandades,
y por todos sus hermanos.
Pedimos por las familias,
por enfermos y por ancianos,
pedimos por Alcalá
y todos sus ciudadanos.
¡Qué bonita esta Alcalá
todos los domingos de ramos,
cuando suenan por sus calles
doce benditos rosarios!
iQué bonita esta Alcalá,
cómo disfruta mirando,
al ver el compás que llevan
las bambalinas del palio! 1
y no me voy de Alcalá
ningún Domingo de Ramos,
sin sentir la cofradía
donde está Jesús orando.
iQué bonita esta Alcalá
todos los Domingos de Ramos!