ANTOLOGÍA POÉTICA. Adrián Sanabria en el Pregón de Semana Santa de 2006

El sacerdote Adrián Sanabria Mejido, por entonces Párroco de San Sebastián de nuestra ciudad, pregonó en 2006 la Semana Santa de nuestra ciudad. Recientemente ha sido trasladado como párroco de Santa María en Carmona. En su Pregón dedicó estas palabras a nuestra Hermandad.

JESÚS EN SU ORACIÓN EN EL HUERTO

Y ese Cristo que fue enviado a Alcalá y que hecho bondad impartió desde San Agustín tantas pinceladas de ilusión y alegría, continuó su marcha por nuestro pueblo y viendo el bullicio en el que vivíamos , observando las prisas con las que nos movíamos y palpando las faltas de silencio que había y hay en nuestro mundo quiso hacerse oración en la capilla salesiana.

Todos los días del año el templo salesiano se convierte en aquel huerto de los olivos de Getsemaní y cuando las puertas de la capilla están cerradas el Señor reza en lo secreto y vuelve a pedirle a Dios, que si puede ser pase de él el amargo cáliz del sufrimiento.

Y cada domingo de Ramos, mientras que por San Agustín Cristo es aclamado triunfante, por la callejuela el Carmen gime de tristeza en su agónica oración. Ese día hemos de sentirnos reflejados en el dormir de esos apóstoles que tal vez no entendieron el mensaje del Señor. Si amigos, estamos dormidos, dormidos ante los problemas de los demás, dormidos ante tanta violencia y tanta crítica, dormidos ante la mentira fácil que nos envuelve y destruye, dormidos ante el materialismo dominante que nos seduce y desgarra, dormidos y acostumbrados a ver como cada día mueren miles de personas de hambre en nuestro mundo, dormidos ante nuestros hermanos que tal vez ahora pueden estar intentando llegar a nuestras costas en pateras de esperanza soñando con un mañana mejor, dormidos sobre todo a la voz del Señor que estando a nuestro lado sigue siendo abandonado, humillado y despreciado.

El Santísimo Cristo de la Oración en el huerto va a perpetuar la grandeza del silencio, la fe, el amor y la escucha. Y en un mundo como el nuestro donde todo se mide por la eficacia y la productividad, Él va a ofrecernos la oración más sencilla y espontánea como normal de la vida.

Él cuando pase por las calles de Alcalá en actitud suplicante, va a querer que este pueblo se convierta en un inmenso oratorio salesiano y agarrados a sus manos de padre, maestro y hermano , nosotros sus hijos aprendamos la gran lección de la oración.

Oración: que palabra tan escuchada y predicada pero qué difícil vivirla, hacer de la vida una continua oración, un perpetuo encuentro con Dios. Orar en el trabajo, en la familia, con los amigos, orar en la hermandad, en las juntas de gobierno, orar antes de tomar decisiones, orar y callar, callar y comprender que Dios habla cuando oramos y escuchamos.
Por eso:


Enséñanos a rezar Señor,

sedúcenos al mirarnos en la luz de tu verdad

y danos ser en este pueblo panadero

instrumentos sencillos que proclamen tu bondad.


Enséñanos a rezar Señor,
a cerrar nuestros ojos ante ti,

a sentir tu presencia salvadora en nuestras vidas

y aceptar los designios al igual que hizo María.

Enséñanos Padre Dios a tus hijos a rezar

a buscarte serenos por las sendas del callar

y a sentir con certeza la grandeza de que estás

cuando salgas orando por las calles de Alcalá.

 

Yo quisiera ofrecerte dulce Cristo salesiano

mi sencilla plegaria y contigo estar rezando
y aunque lleno de faltas y de amor a los hermanos
a tu lado estaría en silencio a Dios orando.


Y las Hijas de la Caridad
contigo quieren rezar

y a la voz de sor Catalina

que tanto ha dado y dará

van hacer turnos de vela
que no se han de apagar
para que nunca te encuentres sólo
rezando por Alcalá.



NTRA. SRA. DEL ROSARIO

Dicen que detrás de un buen hijo hay siempre una entregada madre y, sin duda, Jesús aprendió a rezar contemplando a su humilde y amada madre. Juan Pablo II continuamente lo mencionaba: decir María es decir oración, decir María es decir plegaria , decir María es decir silencio, decir María es decir por siempre Rosario.

Y precisamente, es la virgen del Rosario la que con aires de auxiliadora disipa la oscuridad del odio y las dudas. Ella irrumpe en nuestras vidas y con el cantar de letanías que producen sus varales al dejarse abrazar por los rosarios, transformará el vacío que engendran las tristezas, deleitará con su dulzura el corazón de nuestros mayores y calmará con su mirada la aridez que en ocasiones nos envuelve.

Cuando en la tarde sagrada del Domingo de Ramos camine por nuestras calles con su agraciada blancura y su bendita finura, Alcalá se sentirá arropada y experimentará el honor de contar para siempre con su virgen y madre que es la reina del Rosario,

Y es que…

No podías tener otro nombre salesiana
más que ser el Rosario sin pecado concebida
ni de otra manera podrían conocerte
al ser tú la hermosura a este pueblo prometida.

No podías tener otro nombre de pureza
más que ser el Rosario repujado de blancura
y llenar a tu pueblo de esperanza y de belleza
al mirarte pasar ponderosa de finura.

No podías tener otro nombre soberana
más que ser el Rosario que rezan los peregrinos
manantial de frescura del que busca en la mañana
y frescor que disipa la dureza del camino.


No podías tener otro nombre reina y madre
más que ser el Rosario del colegio salesiano
paz eterna y señora revestida de inocencia
y oración entretejida que nos hace ser hermanos.


Y aunque Dios hecho hombre agonice en el Calvario
en la tarde sublime del bendito Viernes Santo
Alcalá tendrá siempre en tus manos salesiana
la certeza de rezar con su virgen del Rosario.