Han pasado varias semanas desde la JMJ y la llama encendida en los corazones de los jóvenes sigue más viva que nunca. Algunos de nuestros jóvenes que han participado en la JMJ, han escrito sus impresiones sobre este acontecimiento de la Iglesia Universal.
Pedro Mª Martínez Oliveros: La JMJ ha demostrado que la juventud sigue los pasos de Jesucristo y que los jóvenes se preocupan por su religión y la siguen, y no se avergüenzan de decir soy cristiano. Los jóvenes han demostrado que la iglesia tiene juventud y está viva.
Jesús Barragán Mauri: Para mí a supuesto algo muy importante ya que cuando me hablaron por primera vez de ella no estaba muy seguro de lo que era, pero una vez que he estado allí he visto que es algo que todos los jóvenes de la comunidad cristiana deberían conocer ya que es una experiencia muy impresionante y al mismo tiempo gratificante. La JMJ supone un antes y un después en la juventud de la iglesia y creo que está pensada para eso, para que a partir del momento que estas en la JMJ suponga un cambio en tu vida en cuanto al ámbito religioso. Me quedo con el primer momento que vi a Benedicto XVI en la Plaza de Cibeles. Era impresionante. No he visto nunca tanta gente junta en un mismo sitio. Merece la pena ir a ver eso. Lo que más me ha gustado es el ambiente que había, muchos jóvenes cristianos reunidos por una misma causa, y ver al Papa. A los que no han podido ir les diría que se pierden una gran experiencia que todo joven debería vivir al menos una vez en su vida. Tengo muchas ganas de que sea ya 2013 para ir a Brasil a la JMJ en Río de Janeiro.
Marcos Téllez Galvarro. La JMJ ha sido una experiencia inolvidable, en la que me reafirme en mi fe. Ser cristiano no es una semana, es el día a día, y en la jornada mundial me he dado cuenta de que si en un evento de tal magnitud se concentra tanta gente es por algo. De estos días me quedo con cualquier calle de Madrid, cuando todos los jóvenes cantaban: ¡¡Ésta es la juventud del Papa!! Lo que más me ha gustado hasido la vigilia en Cuatro Vientos que pese a las inclemencia del tiempo el Santo Padre permaneció en su sitio. A mis amigos o aquel joven que no ha ido les diría que si alguna vez tiene la oportunidad de ir que no se lo piense. Para la próxima JMJ que se celebrara en Río de Janeiro (Brasil), si tengo la oportunidad de ir, iría sin pensármelo.
Ana Ruiz Portillo. Sin duda alguna la JMJ ha supuesto una experiencia única e inolvidable. Y la pena es que al volver aquí, no había maneras, ni fotos, ni videos ni palabras para contar como era aquello. Reconozco que en un principio me invadían los nervios por aquello de que pudiera pasar algo desagradable ya que eras muchas personas en la misma ciudad, pero ante esto la única frase que quedaba en mi mente era: “Estamos aquí por Dios y por el Papa, así que no va a dejar que nos pase nada malo, no nos puede pasar nada malo” Es difícil elegir qué nos ha gustado más, y una de las cosas más bonitas que recuerdo del día en Cuatro Vientos fue que todos parecíamos de una misma nación, allí había personas de todos los rincones, incluso de los más remotos, cada uno con sus banderas, y sin embargo, todos unidos por la misma causa porque creemos en Dios. Otra de las cosas que recuerdo es el buen ambiente y la alegría que se respiraba, gente muy pacifica y amigable, claro normal si pensamos que esa noche tocaba dormir con un vecino australiano, al lado otro italiano y justo delante unos portugueses. Uno de los momentos que más me impactaron fue la noche de la vigilia en la que empezó la tormenta porque en medio del miedo, del viento y de la lluvia lo que se escuchaba tan solo eran cantos y rezos. Y como nuestro Padre Benedicto permaneció con nosotros hasta el final hasta que dejó de llover y a la mañana siguiente cuando llegó al aeródromo nos dijo: “Jóvenes no he parado de pensar en vosotros toda la noche” como íbamos a tener miedo con esas palabras y esos hechos. De esta experiencia me quedo con todo, incluso con objetos materiales como los que nos ofrecieron las australianas el domingo, pero sobretodo con las ganas de repetir, me quedo también con una renovación de mi Fe, con una Fe fortalecida al contagio con el resto de creyentes. Y también con la certeza de que los cristianos nos estamos solos en el mundo.
Antonio L. González Ramírez. La JMJ ha supuesto un fortalecimiento de mi fe por ver a tantas personas de diferentes culturas reunidas en el nombre de Cristo haciéndonos ver que no estamos solos. Va a suponer un antes y un después en la juventud de la Iglesia porque es un gran aliciente para los jóvenes que nos hace sentirnos respaldados para transmitir el mensaje de Cristo. Me quedo con la llegada del Papa a Cibeles. Ese momento fue espectacular, desde la plaza de Cibeles podíamos ver como Gran Vía, Recoletos, el paseo del Prado y la calle de Alcalá estaban abarrotadas de personas esperando el primer gran momento de los jóvenes con el Santo Padre. Lo que más me ha gustado de la JMJ son los encuentros con jóvenes de otros países como por ejemplo una oración que tuvimos en italiano en una pequeña comunidad, cantos en francés en el metro… y así numerosos momentos en el que muchas veces nos pedíamos el facebook para poder contactar más adelante. A mis amigos o aquel joven que no ha ido le diría que ha sido una experiencia inolvidable e invitarle a que asistan a las siguientes jornadas mundiales de la juventud en Río de Janeiro.
Antonio L. González Ramírez. La JMJ ha supuesto un fortalecimiento de mi fe por ver a tantas personas de diferentes culturas reunidas en el nombre de Cristo haciéndonos ver que no estamos solos. Va a suponer un antes y un después en la juventud de la Iglesia porque es un gran aliciente para los jóvenes que nos hace sentirnos respaldados para transmitir el mensaje de Cristo. Me quedo con la llegada del Papa a Cibeles. Ese momento fue espectacular, desde la plaza de Cibeles podíamos ver como Gran Vía, Recoletos, el paseo del Prado y la calle de Alcalá estaban abarrotadas de personas esperando el primer gran momento de los jóvenes con el Santo Padre. Lo que más me ha gustado de la JMJ son los encuentros con jóvenes de otros países como por ejemplo una oración que tuvimos en italiano en una pequeña comunidad, cantos en francés en el metro… y así numerosos momentos en el que muchas veces nos pedíamos el facebook para poder contactar más adelante. A mis amigos o aquel joven que no ha ido le diría que ha sido una experiencia inolvidable e invitarle a que asistan a las siguientes jornadas mundiales de la juventud en Río de Janeiro.