ANTOLOGÍA POÉTICA. Francisco J. Álvarez en el Pregón de Semana Santa de 1985

En 1985 el cofrade alcalareño Francisco Javier Álvarez Aragón pronunciaba el Pregón de la Semana Santa. Dedicó estas palabras a nuestra Hermandad.

ORACION DEL ROSARIO



Orando inocentemente,
te buscan tus enemigos,
pero un ángel a ti te advierte,
porque Judas te ha vendido
pronto vendrán a prenderte.

Fue, el principio de su pasión. Cristo, antes de retirarse para orar dijo a sus discípulos a modo de frase testamentaria: "Orad para no caer en tentación ".  La resignación de Cristo se ha consumado al aceptar el Cáliz y la voluntad del Padre. .
Manuel Pineda Calderón, esculpió en la madera un trozo de Getsemaní para nuestra Semana Santa, la escena que representa el más íntimo diálogo de un hijo con el padre, mientras un Angel lo conforta.
El patio interior del Colegio, recobra la pujanza y brillantez que jamás debió perder. Sí, en este patio, que fue vivero inagotable de cofrades y en el que la mayoría de los alcalareños aprendimos a hablar con Dios bajo la mano amiga de D. Agustín y a amar a la Virgen entonando el "Rendidos a Tus Plantas", y en el que tuve la gran suerte de comprobar cómo el Sacerdote se convierte en amigo. Amigo en la desgracia y amigo en la alegría. En este patio, cuajado de recuerdos se va gestando la salida que cada año, con ilusión renovada hace la Hermandad de la Oración en el Huerto y María Santísima del Rosario.
Cuando todavía el aire no se ha embriagado del olor a incienso, cuando la tarde se encuentra pletórica de luz, cuando en los alcores, de San Agustín están viviendo su día grande con la celestial presencia de la Virgen de la Oliva en su anual reencuentro con el barrio; de la recoleta Capilla Salesiana del Carmen, sale un 1irio y un clavel de pasión dirigiendo su mirada a las alturas y encerrando en sus ojos todo el esplendor del cielo alcalareño. Cristo, orando por Amor bajo Olivo de Esperanza.
Se va a producir la traición, a partir de entonces la larga agonía de Cristo: burla, escarnio, azotes e indiferencia y al final la muerte en la Cruz. Pero queda mucho para ello. y Alcalá lo entiende y lo sabe, que Cristo, cuando cruza el Puente, muere entre pinares.
Toda oración necesita de la profundidad del Rosario y cada Rosario necesita de la teología de la oración. El Rosario en Alcalá, se transforma, cobra vida bajo su palio en la tarde del Domingo de Ramos. El tintineo clásico de los Rosarios sobre los varales.
El oro y la plata se conjugan, que más da, en una perfecta armonía de líneas para ofrecérselo a la Madre que sufre. Todo el palio es un ascua de luz, un soneto de claridades, un lucero caminante para la mejor Estrella, un portento de gracia, pura filigrana del labrado.

Como flor encendida de pena,
como Dama en la noche de Abril,
como Rosa en la tarde serena
Rosario esculpida en Marfil,
Eres la blanca azucena,
perla de gracia morena,
faro que gula las estrellas,
ramo en tu palio de seda,
llama acariciando la vela,
eres la Madre más buena
y Alcalá suspira por Ti.

En el espíritu de la Hermandad, pervive durante todo el año, como uno de los puntos más importantes de sus reglas, el rezo del Santo Rosario a los pies de sus Titulares y es por este afán de propagación, por el que ha rescatado del olvido uno de los actos que mayor esplendor y raigambre alcanzó en nuestro pueblo, y que yo recuerdo en mis afios infantiles, participando en mis primeras procesiones de babis blancos, entre velas y avemarías, agarrado de la mano de Sor Catalina, que ha sido el primer peldaño en la fe de tantos alcalarefios, un torrente de humildad y se ha convertido en el regalo más preciado que Dios ha mandado a Alcalá. Y en el recuerdo de sus camareras perpetuas, el Rosario es llanto de alegría, alborada de Esperanza, gloria de sentirse consolada, primorosa letanía y Aurora de la mañana, cuando sin las moradas livideces de la cuaresma, cuando las estrellas tiritan de frío y el rocío de la mañana se conviertan en perlas de ternura en su blanco rostro, aparezca Ella...

sin palio que la cubra,
sin su corona de Reina,
sin manto que la ensalce,
sin llamador en su ofrenda,
sin música que la alabe,
sin candelabros de riquezds,
sin saetas en el aire
ni costaleros de promesas.
Ya aparece suavemente,
el Rosario en su belleza.
Ya se despierta Alcalá,
en esta nueva mañana,
ya despunta el nuevo dfa,
por el Duque, el Barrero y Oromana .
Ya está saliendo una Estrella
de su capilla Salesiana.

No quisiera dejar pasar mi condición de pregonero para hacer el único ruego que quiero hacer esta mañana. Mi mano, temblaba al escribirlo y temo que mi voz se quiebre en el recuerdo de un amigo
que ya no está entre nosotros.
Capataz, disponte a llamar. Levanta el faldón. Pon tu mano en el llamador y avisa a tus costaleros: Arriba por él, compañeros. La primera "levantá", va por Vicente... y al Cielo.