ANTOLOGÍA POÉTICA. Juan Martín en el Pregón de Semana Santa de 2005

El 13 de marzo de 2005 pronunció el cofrade alcalareño Juan Martín Alcaide el XXXII Pregón de la Semana Santa alcalareña en el Teatro "Gutiérrez de Alba". Fue presentado por Nuestro Hermano Mayor, Manuel V. Gómez, y se interpretaron las marchas "Cristo del Perdón" y "Jesús en el Calvario". Éstas son las palabras que dedicó a nuestra Hermandad.  

Domingo de Ramos
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Llegado el Domingo de Ramos, en Alcalá para el cofrade ya nada es igual, y de manera especial vivirán una tarde de gloria, dos hermandades hermanas, que con túnicas inmaculadas a Dios  nos van a mostrar. Y Alcalá en un día tan señalado, se acicala y engalana como una dama elegante, para después de un Cristo aclamado, ver a un Cristo que va orante. Es el Domingo de Ramos, uno de esos días que por querer vivirlo tan intensamente le faltan doce horas más, y la manera de compensarlo, es correr toda la mañana, comer algo al salto, pues la primera cofradía ya va a estar pisando asfalto. 
Mi casa no habría de ser una excepción. Desde bien temprano despiertos, vestidos para la ocasión, todo deprisa y corriendo, para sacarle a la mañana el máximo rendimiento. 
Como ya es tradición. Y mi mujer que me pregunta. ¿ Dónde vamos primero? Pues iremos a San Agustín, parroquia de la Inmaculada, después a Santiago, cuando vengamos hacia arriba en Baltanás desayunamos, vamos a San Sebastián, capilla del Santo Entierro y por último a los Salesianos. A lo que complaciente me contesta: 
-¡Total, igual que todos los años! 
Esto es así vida mía, y ojalá quiera Cristo y su Celestial Madre Bendita, enraíce en los corazones, de los que son tuyo y mío, semillas. 

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Oración

La misma tarde del Domingo de Ramos, las calles del centro de Alcalá se harán un Rosario de Oración, bajo la sombra de un olivo que presagia tristeza y angustia. Desde una capilla Salesiana que tanto sabe de amores, rendidos ante las plantas de una Reina y Señora, a la que los cristianos llamamos Auxiliadora, la Salesiana Hermandad de Ntro. Padre Jesús de la Oración en el Huerto y María Santísima del Rosario, convertirán nuestras calles en un nuevo Getsemaní. Jesús sufre en el Huerto de los Olivos, la eterna lucha entre lo divino y lo humano, la incertidumbre sobre acatar la voluntad divina del Padre, o dejarse arrastrar por la debilidad humana. Pero Él sabiendo su designio, bebió el Cáliz de la Redención y el Sacrificio. 
¡ Cuánto tiempo ha pasado Señor! ¿ Me recuerdas? Aún tu paso no era tan grande, ni te llamaban Moreno, cuando rezando a tu par yo iba de costalero. Pero hay algo Señor que aun perdura, Tú rostro luce como un estandarte, el dolor y la desesperación que sufres al resignarte. Siendo Tú el Cordero de Dios que el hombre esperaba, volvimos a escoger el pecado, entregándote con un beso en la cara. Que terrible angustia, sentirse abandonado por los que dicen que por Ti mueren, por los que te llamamos Maestro, y apenas que nos pidas algo, si té vi ya no me acuerdo. No nos lo tengas en cuenta Cristo mío, no nos abandones Tú aunque contigo lo hiciésemos, en el momento en que más necesitabas al hombre. Fíjate Señor a tu salida, sobre esa estrecha callejuela, junto a las puertas del mismo templo, hay todo un pueblo que te espera en oración y en silencio.

Yo me arrodillo ante Ti Cristo mío, como Tú hicistes ante el Padre, y atreviéndome a usar tus palabras, te pido: “ Señor, aparta de mí este cáliz”. Aparta de Alcalá, aparta del mundo este cáliz de violencia, este cáliz de miseria, de incomprensión, de injusticia, con el que cada día tenemos que convivir. Pero volviendo igualmente a tus palabras, también te digo: “ Señor, no sea mi voluntad, sino la tuya”. Pero al menos, muéstranos el camino de la Oración para llegar a Ti. Ayúdanos a ser costaleros todo el año, y con la cintura bien fajada con tu amor, ayudemos a los demás a pasar por esas puertas estrechas de la vida. Que no seas nuestro referente, solamente la tarde del Domingo de Ramos. Que el fiel de la balanza entre caridad y estrenos de nuestras Hermandades, tenga siempre la verticalidad de tu mirada hacia el cielo. 
Hoy quiero seguir siendo tu costalero, y es por lo que te pido Cristo Orante, entre alegrías y llantos, que sea mi comportamiento el que todos los días del año, saque a un Cristo Moreno, por las calles siempre Orando. 


Rosario
La tarde se está vistiendo con su vestido de gala, cuando un poema de rubores y de estrellas coronada, se asoma poco a poco a la capilla Salesiana. En un cofrecito de plata, al que le entra la luz desde el cielo, sale la Virgen del Rosario rezando su desconsuelo. 
Y Alcalá se llena de Gracia,
y de amor sus corazones, 
cuando sale bajo palio
 la oración de sus amores.
Y la tarde se hace rezo 
al decir su Santo nombre, 
siendo el camino perdido 
que ha de retomar el hombre.
No nos olvides Señora, concédenos Madre Inmaculada, que profundizando en los misterios dolorosos de tu Santo Rosario, vivamos intensamente los valores de tu Hijo. No sueltes de entre tus dedos el Rosario de nuestras vidas, que cada uno de nuestros actos, sea como cada cuenta que celosamente vigilas. 
Dulce flor de primavera que de seda vas vestida, Madre que por su Hijo suspira un dolor que desespera.
Con el andar de tus costaleros, visita cada casa, cada rincón de este pueblo, y derrama tu sencillez, tu fe, y tu consuelo.
Madre del Santo Rosario, 
Reina de las letanías, 
decirlas todas quisiera 
pero nunca acabaría.
Porque toda Tú Señora, 
eres esencia Divina, 
con ese llanto tan amargo, 
el corazón desgarrado, 
la mirada dolorida 
y la dulzura de tus labios. 
Madre mía del Rosario, 
de oración y de alabanzas yo te hago un relicario, 
pues tu pena es esperanza, 
aunque muera en el Calvario.