La procesión del Corpus Christi de nuestra ciudad volverá a ser vespertino, celebrándose en la tarde del próximo Domingo 22 de junio, Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo. De esta forma se abandona el horario de mañana en el que se venía celebrando la procesión hasta el año pasado. Los sacerdotes alcalareños y la Hermandad de Jesús que organiza la procesión, han llegado a este acuerdo.
La Función del Corpus Christi comenzará a las 19'30 horas en la Parroquia de Santiago y la procesión saldrá a las 20'45 horas aproximadamente, recuperando el recorrido original: Plaza del Derribo, Alcalá y Orti, Plaza de Cervantes, Nuestra Señora del Águila, Herrero y entrada.
Nuestra Hermandad participará con una representación de hermanos portando estandarte y varas, e instalando el Altar en honor del Santísimo Sacramento en la Residencia de ancianos "La Milagrosa".
EL ANTIGUO PRIVILEGIO
A finales del siglo XIX la Hermandad Sacramental y el Clero local solicitaron al Arzobispado el poder celebrar la procesión en la tarde de la Solemnidad, por entonces en jueves. El motivo fue que gran parte de los alcalareños trabajaba en las panaderías y el horario matutino de la procesión coincidía con el reparto del pan, no pudiendo participar en ella. El Arzobispado accedió y la ciudad tuvo el privilegio de sacar la procesión por la tarde. El Corpus se convirtió en una fiesta grande, con la participación de tantos alcalareños que la hacían una de las festividades principales de la ciudad.
Pero en 1991, una serie de cambios en la liturgia de la Iglesia trasladan la festividad del Jueves al Domingo siguiente a la fiesta de la Santísima Trinidad. La Hermandad Sacramental de Jesús y el Clero local, acuerdan que la procesión de 1992 fuera trasladada al Domingo por la mañana como era preceptivo. La población alcalareña ya no se dedicaba a la panadería y aquel antiguo privilegio había perdido su sentido.
Desde entonces la procesión sale por la mañana, pero el nuevo horario no cala en los alcalareños. El cortejo discurre por calles semivacías y la coincidencia con la feria en varias ocasiones aún restará más público. Se hacen intentos para recuperar la fiesta: custodia de madera tallada portada por costaleros, cambios de horario para facilitar la participación, recorrido invertido para evitar el sol, nuevos pasos en el cortejo, decoración de balcones, el titánico esfuerzo de las Hermandades instalando altares efímeros...
Más de veinte años después la ciudad continúa añorando aquellas procesiones vespertinas. El Corpus de este año es una gran oportunidad para recuperar el esplendor de antaño y hacer de ésta, una de las fiestas grandes de la ciudad.