EL ROSARIO EN EL RECUERDO. La coronación de la Virgen en 1965

Estamos de nuevo en el día de su bendición, 10 de octubre de 1965, en la alcalareña Plaza del Barrero. Tras las palabras del sacerdote D. Manuel Gómez Sánchez la Imagen de la Virgen del Rosario queda bendecida. Se retira el velo que cubría su rostro y se le impone la corona de plata sobredorada que había labrado Villarreal y que aún hoy luce en los momentos importantes de Semana Santa y Octubre. 


Entre las velas de la candelería aparece el hermoso rostro de la Virgen del Rosario portando en sus manos un pañuelo. Aún no lleva el rosario que se le impondría instantes después. Viste la antigua saya de gala bordada en aplicación sobre raso color crema por Enriqueta Martín, la toca de encaje dorado cubriendo el manto de tisú de plata blanco, un fajín de encaje de hojlla de oro y un broche de pedrería fina en forma de rombo con un gran cristal verde en el centro y rodeado de pequeña pedrería blanca. Aún no ciñe su cintura el fajín del general López Tienda, padrino de la bendición, y que sería ofrendado inmediatamente después. Su vestimenta se muestra especialmente ancha, sobre todo en el manto, siguiendo la moda de la época en el atavío de las dolorosas sevillanas.

La persona que aparece en la fotografía ajustando la corona es D. Francisco Morillo Esteban, que había vestido a la Imagen para la ocasión.  Este destacado cofrade sevillano nacido en 1926 fue un conocido vestidor, discípulo de D. Juan Pérez Calvo, que empezó a trabajar a inicios de los años 50, siendo en 1954 cuando comenzó a vestir a la Virgen del Dulce Nombre (Hermandad de la Bofetá). Su buen trabajo le llevó a vestir a otras Dolorosas como Esperanza y Concepción ambas de la Hermandad de la Trinidad, Madre de Dios de la Palma (Cristo de Burgos), Quinta Angustia, Gracia y Esperanza (San Roque), Montserrat, Concepción (Silencio), Villaviciosa (Sto Entierro), por citar algunas sólo en la capital. Nuestra Hermandad le otorgó en 1966 el nombramiento de prioste honorario, en agradecimiento por sus labor en el atavío de la Santísima Virgen en aquellos primeros años. En 1987 la Hermandad de la Trinidad le homenajeó tras 25 años vistiendo a sus Titulares. Destacado prioste, diseñador de bordados e incluso restaurador, su larga trayectoria como vestidor fue reconocida en 1994 con el VI Premio Demófilo, de la Fundación Machado. Falleció en su domicilio de Carrión de los Céspedes (Sevilla) el 27 de enero de 2000.

Pero la foto tuvo también su anécdota curiosa. Al colocar la corona sobre la cabeza encajándola en el perno, la tuerca resbaló de las manos de D. Francisco Morillo cayendo entre la candelería. Fueron momentos de incertidumbre e intensa búsqueda pero a tuerca nunca apareció. Fue necesario buscar rápidamente una nueva tuerca para ajustar la corona y comenzar la procesión triunfal de bendición.

17-10-2014