El 10 de octubre de 1965 en la Plaza del Barrero la Santísima Virgen del Rosario había sido bendecida por el sacerdote Manuel Gómez Sánchez, imponiéndole la corona. En la foto vemos un momento de la triunfal procesión posterior en la que entraría por primera vez en su casa, la Capilla del Carmen.
La Virgen procesiona sobre su paso sin palio ni varales, y algunos enseres prestados. Luce toda la candelería encendida entre la que se insertan las flores de las velas rizadas que son características de nuestra Hermandad. En la delantera se aprecia el exorno de claveles blancos que adornó todo el paso.
Todo cuanto lucía la Virgen era estreno: el rosario de oro en su mano izquierda, la antigua saya de gala bordada en aplicación por Enriqueta Martín, la toca de encaje dorado cubriendo el manto de tisú de plata blanco, la corona de plata sobredorada de Vda. de Villarreal, que se le había impuesto momentos antes o el fajín del general López Tienda, padrino de la bendición, y que había sido entregado en el acto de bendición. Debajo la Virgen luce un fajín de lazadas de pasamanería dorada rematado en borlas, con el adorno de un broche de pedrería blanca y verde. Su vestimenta se muestra especialmente ancha, sobre todo en el manto, siguiendo la moda de la época en el atavío de las dolorosas sevillanas. En el entrecalle de la candelería luce la reliquia de San Juan Bosco, de la Casa Salesiana, que aún hoy procesiona en el mismo lugar.
Pero, aunque no lo crean, ésta es una foto con música. Suena la Banda del Maestro Tejera, que interpreta "Pasan los Campanilleros" por primera vez en nuestra ciudad.
5-5-12
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