RECUERDOS DE MURILLO EN EL BESAMANOS

El Besamanos de la Santísima Virgen del Rosario ha querido recordar a uno de nuestros pintores más universales, Bartolomé Esteban Murillo, al conmemorarse este año el IV centenario de su nacimiento en Sevilla. En la zona superior del altar aparece una reproducción de "La entrega del Rosario a Santo Domingo" y junto a nuestra Dolorosa, aparece otra copia de "La Virgen del Rosario con el Niño", además de la pintura de la Inmaculada Concepción que cuelga en el presbiterio de la Capilla, copia decimonónica de una obra del maestro. 

Murillo fue un prolífico pintor que dedicó su vida a plasmar con sus pinceles las más hermosas escenas bíblicas, y muy especialmente las de la Virgen. Fueron muchas las ocasiones en las que plasmó a la Virgen del Rosario en su pintura, como la escena de la entrega del Rosario en sus comienzos, o la Virgen con el Niño portando el rosario que realizó hasta sus últimos días.

Con estos recuerdos de Murillo, nuestra Hermandad se une a esta conmemoración cultural.  

Tres obras de Murillo en el conjunto del Besamanos:
"la Virgen entregando el rosario a Santo Domingo",
"La Inmaculada Concepción" y "La Virgen del Rosario".


La "Entrega del Rosario a Santo Domingo" es una de las primeras obras de Murillo, pintada hacia 1638-40 para el desaparecido Convento dominico de Santo Tomás de Sevilla, encontrándose actualmente en el Palacio Arzobispal de Sevilla.  Representa uno de los episodios más importantes en la vida de Santo Domingo de Guzmán (1170-1221), fundador de la Orden de Predicadores: la entrega del rosario por parte de la Virgen, una leyenda medieval que afirma que Santa María se apareció a este santo en una capilla en Prouille con un rosario en la mano, encomendándole su difusión. 

María con el Niño rodeada de ángeles músicos y cantores, y otros con rosas, entrega a Santo Domingo arrodillado el rosario alzando sus manos. Delante del santo aparecen los símbolos de su iconografía: la azucena de la pureza, y el libro de la Biblia o la Regla de los Dominicos. A su lado aparece un perro con una antorcha en la boca con la que quema la bola del mundo, símbolo de la Orden Dominica, y en el lado opuesto un elemento arquitectónico con el escudo papal.


La "Virgen del Rosario" es una pintura sobre lienzo pintada por Murillo hacia 1675-1680 y que hoy se conserva en la Dulwich Picture Gallery de Londres.
La Virgen aparece representada sedente, con el Niño en brazos sentado sobre su rodilla izquierda mientras ambas imágenes portan el rosario entre sus manos. Situada en medio de la gloria representad por el fondo dorado, la Virgen con el Niño se alzan sobre una peana de nubes y ángeles revoloteando.
Fue pintada por Murillo hacia 1675-1680, casi al final de su carrera artística, siendo un ejemplo de su estilo "vaporoso". Los contornos de las figuras se suavizan, invadiéndolo todo la luz, envueltas en un suave brillo. La Virgen y el Niño muestran una humanidad familiar, como el juego con las cuentas del rosario en sus manos. El material utilizado para la pintura es de altísima calidad, estando realizado sobre lienzo de lino fino con magníficos pigmentos como los amarillos dorados o el costoso azul ultramar del manto.