Con motivo del mes de noviembre y para recordar a los Fieles Difuntos, Nuestra Santísima Madre, la Virgen del Rosario viste ropajes negros desde la noche del día 28 de octubre. El conjunto está compuesto por manto y saya en terciopelo negro ceñida por fajín bordado en oro con caídas. Como tocado luce una mantilla de color crema y dorado dispuesto a tablas.
En las manos porta un antiguo pañuelo de encaje maltés, y un rosario de azabache y filigrana de plata, ambos obras del siglo XIX procedentes de sendos anticuarios. Sobre sus sienes luce la diadema de plata sobredorada.