La carpintería religiosa de Enrique Gonzálvez acomete ya la segunda fase del proceso de restauración y remodelación del paso del Señor de la Oración que comprende los trabajos sobre los respiraderos. Estas piezas fueron trasladas tras la pasada Semana Santa y actualmente sus trabajos se encuentran muy avanzados, con el decapado y lijado de la mitad del conjunto.
Enrique Gonzálvez ha señalado el mal estado en el que se encontraban los respiraderos. Actualmente han sido retiradas todas las piezas sobresalientes del relieve (hojas, volutas...), para acometer mejor su lijado y la retirada de las sucesivas capas de estuco y pintura. También han sido retiradas otras piezas como la soga inferior que remata el conjunto o los relieves con ángeles que centran cada respiradero. Posteriormente serán corregidos los daños estructurales de la madera, como por ejemplo las grietas y descuadres.
Esta segunda fase se está compaginando con la primera que comprende los trabajos finales de la canastilla. Sobre esta pieza se está trabajando en la nueva talla del recrecimiento central siguiendo el estilo de los antiguos relieves, y también en altura, con la inclusión de las nuevas molduras. Asimismo se está llevando a cabo el lijado final del conjunto, y la conclusión de la restauración de las cartelas de frentes y esquinas.
Cuando concluyan el lijado de canastilla y respiraderos, todo el conjunto será teñido, barnizado y encerado a la vez, esto es, canastilla y respiraderos, con el color que apreciamos en la delantera.
Primeros trabajos concluidos.
Durante la pasada Cuaresma pudimos admirar en nuestra Casa de Hermandad los primeros trabajos terminados sobre la canastilla. Los hermanos quedaron sorprendidos por la calidad de los trabajos y los buenos resultados del conjunto.
La canastilla ha sido recrecida en altura con dos molduras en las partes superior e inferior, subiendo también la crestería con un nuevo plinto que permite apreciarla mucho mejor desde la calle. Toda la talla ha sido restaurada, siendo decapada y lijada, recuperando todas las partes desprendidas o perdidas, especialmente de volutas, hojas y partes más sobresalientes, además de eliminar las grietas y otros daños que poseía.
Tras recuperar la madera en su estado original, ésta fue teñida en un tono marrón más claro que el anterior, lo que ha permitido apreciar mucho mejor el diseño y dibujo de la talla. Una vez aplicado el color, la canastilla fue barnizada, y encerada hasta darle el aspecto actual. Finalmente en el frontal han sido doradas las volutas que sostienen los nuevos grupos de frutas y hojas, realizados a semejanza de los que aparecen en los costeros de la canastilla.