Las emociones, a flor de piel. El público, entregado. El arte, llenando el Auditorio… y en el escenario, la voz prodigiosa de Joana Jiménez llenando cada rincón de sentimientos con su revuelo de emociones. El estreno de este espectáculo en Alcalá ha supuesto un rotundo éxito en la carrera de la artista y en las Hermandades del Soberano Poder y del Rosario que vieron la arrolladora respuesta del público llenando las casi novecientas butacas de un Auditorio lleno a rebosar.
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El patio de butacas, hasta la bandera, lleno de hermanos, de alcalareños… pero también de personas venidas de lugares más lejanos como Arahal o Málaga. Joana Jiménez agradeció desde el escenario la iniciativa y la colaboración de las dos Hermandades para hacer una noche mágica.
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Abrió el espectáculo con una primera parte más melódica en la que interpretó, además de sus temas propios como “No me lo creo”, otros más conocidos como “Ese hombre” de Rocío Jurado o el “Se acabó” de María Jiménez. Pero nadie podía imaginar lo que Joana Jiménez tenía reservado para su público en una segunda parte donde se vivió el duende, la magia y el arte hecho canción. Una segunda parte donde se daban la mano la copla y el flamenco y donde es difícil seleccionar la mejor interpretación: el emotivo “No te fíes del querer”, el homenaje a Lola Flores con “Ay pena, penita, pena”, la copla más tradicional de “Cárcel de oro”…. Interpretadas con una bata de cola blanca elegantísima. La artista bajó al patio de butacas recibiendo el cariño y la simpatía del público, haciendo gala de sus capacidades vocales… pero también de su buen humor. EL punto culminante del espectáculo llegó cuando cantó solo con su voz, sin acompañamiento musical, llevando el ritmo sobre una mesa sevillana a modo de percusión, para terminar con “Una cantaora” y el sentimiento de “La Salvaora” con las que cerró un espectáculo que fue un auténtico “Revuelo de emociones”.
Fotografías: Rubén Díaz y Facebook Joana Jiménez.
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